Algunos sindicatos son guiados por organizaciones para la huelga, con asesor en la mesa de negociaciones, coordinadores en las asambleas y bloqueo ilegal de la empresa en caso de huelga; con activistas que amedrentan a quienes no adhieren a la causa. Una vez votada la huelga, viene la segunda etapa, donde el amedrentamiento y el matonaje se apoderan del proceso, se clausura ilegalmente la entrada a la empresa, dejando un número importante de trabajadores, que no forman parte del sindicato, sin poder acceder a su lugar de trabajo y sometiéndolos a un desmedro económico. Un grupo de matones, cuidadosamente coordinados por personas que, manteniéndose aparte, observan y dirigen cada una de las etapas cuidadosamente planificadas, todas tendientes a bloquear ilegalmente el acceso. Todo esto con la anuencia, por omisión, de los organismos que deben hacer que las instituciones funcionen"
Marcelo Bottai Dünner, Director Ejecutivo Bottai S.A. (20.5.17)