“Bofetada de realidad”
El corporativismo identitario, la pulsión disolvente del orden republicano, la interpretación “woke” de nuestra historia nacional y la jerigonza posmoderna que vemos en el proyecto son inseparables de la Convención. Pero hay algo más importante que la Convención nunca se tomó en serio y que hoy les pasa la cuenta: la expectativa ciudadana no recaía solo sobre el texto final, sino también sobre el proceso. La mayoría de los chilenos esperábamos que la nueva Constitución fuera un lugar de encuentro ciudadano, una transformación del 80% de entrada en un 80% de salida que renovara los votos patrios. La famosa “casa de todos” que prometieron. Y lograrlo demandaba una actitud política muy distinta al adversarialismo faccioso. En buen chileno, se lo farrearon por fanáticos y abusadores. Es razonable que muchos chilenos no quieran aprobar algo nacido de la trifulca indecorosa y del engaño de falsos independientes y cupos reservados que no representan casi a nadie. El Rechazo es la bofetada de realidad que el presidente y su entorno necesitan”.
Pablo Ortúzar, investigador IES (El Mercurio, 15.7.22)