“Festival de microcorrupción”
El Estado argentino, que gasta más del 40% de lo que producen los argentinos, es un botín a repartirse en un verdadero festival de microcorrupción. Los sindicatos son los primeros que tienen entradas para este festival. Desde que Juan Domingo Perón se apoyara en ellos a partir de la década del 40, para corromper totalmente la política argentina, tienen el privilegio de recibir dinero y otras prebendas del Estado sin entregar nada a cambio que no sea su apoyo político. Y también tienen entradas para la función los políticos, los funcionarios públicos, los ñoquis, los empresarios corruptos y toda una cadena de intermediarios que viven a costa de la minoría de argentinos que trabaja honradamente. Cortar este circuito, poner término al festival, requería acciones drásticas. Y desgraciadamente Macri no lo hizo. Decidió ser solamente un actor de reparto y no protagonista, y en lugar de ser completamente irresponsable decidió ser un poco irresponsable, sin llegar a los extremos del peronismo fue un poco populista. Al final, los argentinos se quedaron con el original.”
Luis Larraín, director Instituto Libertad y Desarrollo (La Tercera, 18.8.19)