Editorial
Economía y Sociedad № 105
Octubre - Diciembre 2020
Mataron el milagro. Pero vive el modelo
La libertad económica en Chile ha comenzado su descenso. El gasto público se expandió en 60%, desde 17% a del PIB hace diez años a 27% en la actualidad. La reforma tributaria también eliminó de golpe el gran incentivo a la reinversión de utilidades. Todo ello, junto a la expectativa de una mala reforma laboral, frenaron abruptamente la inversión y el crecimiento.
La Revolución Liberal iniciada en 1975 transformó tan profundamente al país que en 2008 Chile ocupó el lugar Nº 6 del mundo, entre 141 países, en el Índice de Libertad Económica del Instituto Fraser. Superó incluso a EE.UU. que se ubicó en el Nº 8.
La historiadora Sol Serrano capturó lúcidamente el impacto de esta transformación cuando sostuvo, ya en 1995, que “la sociedad chilena, en los últimos 20 años, ha cambiado a una velocidad desconocida respecto de sus 500 años de vida anterior. Y este gran cambio es lo más grande que ha habido en la historia”.
La tragedia es que hoy está en juego este “gran cambio” en la historia de Chile. Está amenazado el horizonte de mayor prosperidad para todos y la paz cívica que tanto anhela el país.
El doble error de centrarse en la desigualdad de ingresos, en lugar del objetivo de derrotar la pobreza, y de utilizar como instrumento clave las alzas agresivas de impuestos, en vez del fomento del pleno empleo y la educación de calidad, produjo una tormenta perfecta.
La inversión ha caído por ya 15 meses consecutivos, la economía está casi paralizada, el desempleo ha comenzado a subir y las cuentas fiscales se han deteriorado. El descontento creciente amenaza la economía y la estabilidad.
En el mundo se observa con perplejidad lo que está ocurriendo en nuestro país. Se sabe, se reconoce y se celebra que, como señala el historiador Claudio Véliz, “el umbral de una nueva era económica mundial se cruzó hace más de tres décadas con los cambios de política económica en Chile a partir de 1975, y en Gran Bretaña a partir de 1979”.
Sería una tragedia que Chile iniciara nuevamente, después de tantos esfuerzos de tantos chilenos, el camino de regreso al subdesarrollo.
En este panorama desolador, hay un destello de esperanza. Aunque el “milagro” económico chileno de crecer al 7% ha sido sepultado por la clase política, todavía vive el modelo económico de libre mercado.
Economía y Sociedad Nº89 (Octubre-Diciembre 2016)