
Economía y Sociedad
Capitalización. La revolución chilena que recorre el mundo
Noviembre 2025
Hong Kong
Por Francis Lui, profesor de la Universidad de Hong Kong
Hong Kong adoptó el 2000 un sistema de capitalización para las pensiones, llamado Mandatory Provident Fund (MPF) siguiendo el sistema chileno.
El debate respecto de qué tipo de sistema de pensiones debía adoptar Hong Kong duró más de 30 años. Desde 1966 hubo varias propuestas para implementar el sistema de Singapur, pero el gobierno de Hong Kong las rechazó. En 1993, el gobernador de Hong Kong propuso un sistema de reparto pero fue descartado debido a la oposición de numerosos economistas. Finalmente, el gobierno decidió seguir el modelo chileno de capitalización para las pensiones.
En el nuevo sistema, todos los ciudadanos de Hong Kong deben aportar el 5% de sus ingresos al MPF y sus empleadores aportan otro 5%. Los empleadores seleccionan a los fondos privados que, en un entorno competitivo, administran las contribuciones de sus empleados.
El sistema de capitalización tiene la ventaja de que es independiente de la estructura demográfica de la sociedad, a diferencia de un sistema de reparto, bajo el cual una sociedad que envejece requiere impuestos al trabajo cada vez más altos. En el sistema de capitalización, las personas ahorran por sí mismas. Si esperan vivir más tiempo, tendrán que ahorrar más. No necesitan preocuparse si los adultos mayores superan o no a los jóvenes. En mis estudios, he demostrado que el sistema de reparto reduce la inversión en capital humano y, por lo tanto, tiene efectos negativos en la tasa de crecimiento económico.
Como aquí son los empleadores los que eligen el fondo en el cual invertirán los empleados, lamentablemente estos tienen menos incentivos para supervisar bien una eficiente operación de los fondos. Por otra parte, los fondos invierten importantes sumas de dinero en promoverse entre los empleadores que los eligen, lo que tiende a aumentar los costos de operación y las comisiones de administración de los fondos. Sería mejor que los trabajadores tuvieran el derecho a elegir los fondos de inversión. Ello reduciría las comisiones de administración e incentivaría a las administradoras de los fondos a mejorar su desempeño en las inversiones que realizan.
El nivel de la pensión resultante dependerá de qué tan alta sea la tasa de ahorro, de la tasa de retorno de los fondos de inversión, de la extensión del período laboral contributivo y del período de jubilación esperado.
El sistema de Hong Kong podemos considerarlo como una incubadora que prepara a las personas y a las administradoras de los fondos para asumir los desafíos mucho mayores que representará implementar un sistema de capitalización en China continental. El sistema de capitalización requiere un mercado de capitales robusto para invertir los fondos para las pensiones. Y no cabe duda que, en este aspecto, Hong Kong tiene una enorme ventaja respecto a China continental.
La experiencia de Hong Kong con la capitalización permitirá en el largo plazo introducir este sistema en China continental y en otros países asiáticos que busquen sistemas más eficientes de acumulación de capital para financiar las pensiones de sus ciudadanos.
