Economía y Sociedad № 105
Octubre - Diciembre 2020
El Senado acusa a Allende en 1972
Por Economía y Sociedad
Con ocasión de cumplirse 50 años desde la elección presidencial del 4 de septiembre de 1970 en la que Salvador Allende logró la primera mayoría con un 36,4% de la votación, senadores del Partido Socialista condenaron nuevamente a las Fuerzas Armadas por haber removido al gobierno de la Unidad Popular el 11 de septiembre de 1973.
En el libro “Una Casa Dividida. Cómo la violencia política destruyó la democracia en Chile” (2003) se demostró, deconstruyendo el Acuerdo de la Cámara de Diputados del 22.8.73, que el gobierno de Allende había cometido 20 violaciones a la Constitución y que por lo tanto la remoción de Allende había sido una “rebelión jeffersoniana” de la civilidad, una vez quebrada la democracia, y cuyo objetivo fue restaurar la libertad. La rebelión fue liderada por el expresidente Eduardo Frei y concretada en el Acuerdo de la Cámara de Diputados. Por lo tanto, no fue un “golpe militar” en que las FF.AA. actúan por sí mismas y rompen el sistema democrático, como ha sido tantas veces la realidad en los golpes militares latinoamericanos. Las FF.AA. chilenas, como bien sostuvo el historiador Richard Pipes, “obedecieron” el mandato de una de las ramas del mismo Congreso que había elegido a Allende. Esta rebelión fue legítima, inevitable y necesaria para preservar la libertad y restaurar la democracia en Chile.
Pues bien ahora revisando las Actas del Senado de esos años hemos descubierto una sesión especial de gran importancia histórica, aquella del 6 de octubre de 1972 que entrega antecedentes que refuerzan aún más esta tesis.
Convocada la sesión para debatir los intentos del gobierno de expropiar a la Compañía Manufacturera de Papeles y Cartones y sus efectos sobre la libertad de expresión, abrió el debate el presidente de la Democracia Cristiana (y futuro presidente de Chile), el senador Patricio Aylwin. Se produjo un intenso debate en el que participaron, entre otros, los senadores Francisco Bulnes y Víctor García del Partido Nacional, Juan de Dios Carmona y Juan Hamilton del Partido Demócrata Cristiano, Jorge Montes y Volodia Teiltelboim del Partido Comunista y Julio Durán del Partido Radical.
Como se puede leer en el recuadro, los senadores que representaban a los tres grandes partidos de oposición al gobierno (la Democracia Cristiana, el Partido Radical y el Partido Nacional) acusaron al presidente Allende de violar la Constitución y devenir en un presidente ilegítimo.
Esto comprueba que un año antes de la rebelión que removió a Allende, este fue advertido por el entonces presidente de la DC de que había caído en la “ilegitimidad”, postura que apoyan los senadores que lideran los otros 2 partidos. El senador Bulnes sostiene y confiesa de manera “terriblemente dura”, que el gobierno estaba violando “sistemática y planificadamente” la Carta Fundamental.
El acuerdo de los diputados no fue entonces una decisión marcada por la pasión política en ebullición en agosto del 1973 sino una consecuencia de un desastre anunciado ya en octubre de 1972 en el mismo Senado de la República que 2 años antes había elegido, como parte del Congreso Pleno, presidente al exsenador Allende. Esta es la verdad histórica.
Octubre 1972
Senador Patricio Aylwin (DC): “Todo esto coloca al actual régimen que preside el señor Allende en un plano de franca ilegitimidad. El señor Allende es Presidente de Chile y su legitimidad deriva precisamente de la expresión del Congreso Pleno. Pero un Gobierno que nace legítimo puede devenir en ilegítimo si cae en la pendiente de la inconstitucionalidad y la ilegalidad permanentes”.
Senador Julio Durán (PR): “Comparto la opinión del Honorable señor Aylwin cuando señala que un Gobierno puede nacer legítimo, pero, en su acción, transformar la marcha del Ejecutivo en un acto ilegítimo, contrario a la ley y a la Constitución. Y por lo mismo, comparto su juicio cuando sostiene, en el Senado de la República, que el Presidente de Chile ha violado reiteradamente la ley. Se ha salido de la Carta Fundamental al violar los números 3, 9 y 10 del artículo 10”.
Senador Francisco Bulnes (PN): “Como representante del Partido Nacional, debo manifestar que concordamos plenamente con la idea de que el Gobierno que nos rige ya no se limita a cometer algunas ilegalidades, sino que se ha transformado en un Gobierno ilegal. No basta que los Gobiernos sean legítimos por su generación. Es necesario que los Gobiernos sean legítimos por el ejercicio que hacen del Poder. Un Gobierno que nace legítimo pero que viola la Constitución, sistemática y planificadamente, se convierte en un Gobierno ilegítimo. Y aunque sea tremendamente duro decirlo, yo tengo que declarar aquí que esta es la opinión del Partido Nacional: que este Gobierno se ha convertido en ilegítimo”.