
Economía y Sociedad
Capitalización. La revolución chilena que recorre el mundo
Noviembre 2025
Colombia
Por Juan Manuel Santos, expresidente de Colombia (Economía y Sociedad, Tercera Época, 1995)
En plena campaña electoral en el Perú para suceder a Alan García en la presidencia tuvo lugar en Lima, en marzo de 1990, un gran foro liberal organizado por el movimiento Libertad, liderado por el entonces candidato presidencial Mario Vargas Llosa.
Allí tuve mi primer contacto con José Piñera. Me gustó la lógica de sus planteamientos para enfrentar el problema de las pensiones. Pero sobre todo me llamó la atención la solidez de los resultados del sistema chileno. Los fondos de pensiones eran ya el principal factor de recuperación del ahorro en ese país y estaban imprimiendo dinamismo a su mercado de capitales.
Unos meses después fue electo César Gaviria como presidente de Colombia. Su equipo de colaboradores estaba en febril actividad diseñando las grandes reformas estructurales que pondría en marcha el nuevo presidente. Una de ellas era la Reforma Laboral, que pretendía flexibilizar el rígido sistema laboral colombiano. En la discusión sobre esta reforma se empezaba a hacer evidente la necesidad de abordar el tema de la seguridad social. Hablé con Gaviria de la exposición de José Piñera y le propuse invitarlo a Bogotá. Organicé un foro público para presentar el sistema chileno y poner al mismo tiempo en discusión pública el debate sobre la necesaria reforma de la seguridad social en Colombia.
El foro tuvo lugar el lunes 11 de junio de 1990 en el Hotel Hilton de Bogotá. A él asistió el presidente electo, varios de sus futuros ministros y fue un éxito. Los argumentos y resultados presentados por el exministro chileno causaron una honda impresión entre los conocedores del problema y entre la opinión pública colombiana. Más tarde, ese mismo día, Piñera se entrevistó con el presidente electo y con su equipo de asesores económicos. Fue una intensa reunión de cinco horas tras las cuales el equipo económico de Gaviria quedó convencido de la necesidad de impulsar la Reforma basada en el sistema chileno de capitalización individual.
El siguiente paso fue una delegación del equipo económico a Chile para conocer de primera mano el sistema. El debate de la Reforma fue arduo y prolongado y se aprobó en diciembre de 1993. El Gobierno propuso al Congreso una sustitución completa del régimen público por el de capitalización individual, al estilo chileno, pero esta propuesta no fue aceptada.
Se llegó finalmente a una transacción política que dio como resultado un sistema híbrido en el que conviven y compiten dos regímenes, uno administrado por el anterior monopolio estatal y el otro por administradoras privadas de fondos de pensiones en un régimen de capitalización individual.
Hoy son cada vez más los países de América Latina que han reformado sus sistemas previsionales hacia sistemas de capitalización individual. Cada país ha ido diseñando y adaptando el modelo original chileno según sus condiciones económicas y políticas. Estas reformas son pasos indispensables para generar las condiciones del desarrollo de largo plazo de nuestros pueblos.
