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Dossier Minería 3.0

Economía y Sociedad № 94
Enero - Marzo 2018

Boom minero, hijo del modelo

Por Carlos Gómez, profesor universitario y consultor de empresas

El 14 de marzo de 1991 se inauguró la mina Escondida. Es el mayor yacimiento de cobre del mundo y está ubicado a 3.100 metros sobre el nivel del mar, en el corazón del desierto de Atacama. Con una inversión inicial de $1.200 millones de dólares, Escondida fue la inversión extranjera más alta de la historia hasta ese momento y la primera inversión privada en minería de cobre desde 1971. Es la primera hija de la Ley Orgánica Constitucional sobre Concesiones Mineras de 1981 (Ley Minera).

Desde entonces, empresas chilenas y de todo el mundo han invertido en minería la impresionante suma de $150.000 millones de dólares, monto equivalente a tres cuartos de los $200.000 millones de dólares acumulados en las cuentas de ahorro de los trabajadores chilenos en el sistema de pensiones de capitalización individual. Al consagrar firmemente el derecho de propiedad en esta área crucial de la economía chilena, la Ley Minera convirtió a la minería en el más potente motor de desarrollo del país.

Chile multiplicó 7 veces la producción de cobre, desde 800.000 toneladas en 1981 a 5.600.000 en 2016. En el mismo período de 35 años, las exportaciones mineras aumentaron 11 veces, de 3.000 a 33.000 millones de dólares. En los últimos 10 años, el 14% de los ingresos fiscales, equivalente a $72.000 millones de dólares, provino de la minería.

El 70% de la inversión en minería la efectuaron empresas privadas. La Gran Minería del cobre está integrada por empresas chilenas y extranjeras. Así, Antofagasta Minerals, controlada en un 65% por el grupo chileno Luksic, produce 710.000 toneladas de cobre fino al año, ubicándola como la séptima empresa productora de cobre del mundo. Antofagasta Minerals es dueña de la mina Los Pelambres, en Coquimbo, y de las minas Centinela, Zaldívar y Antucoya, en Antofagasta. También es dueña de Twin Metals, proyecto minero en etapa de factibilidad y permisos ambientales, en Minnesota, Estados Unidos. En los próximos años, sus principales proyectos para expandir y optimizar las operaciones de Los Pelambres y Centinela, alcanzarán a $5.000 millones de dólares. Antofagasta Minerals transa sus acciones en la bolsa de Londres y su valor bursátil alcanza a $13.000 millones de dólares, convirtiéndola en la sexta compañía de cobre más valiosa del mundo.

Por otra parte, BHP de Australia, la compañía minera más grande del mundo, es dueña en Chile de las minas Escondida, Spence y Cerro Colorado. En 2017, ellas produjeron 1.026.000 toneladas de cobre fino. BHP expandirá la mina Spence, que ya tiene la aprobación ambiental, con una inversión de $2.500 millones de dólares. A su vez, con la puesta en marcha del proyecto de expansión de Los Colorados, la producción de Escondida alcanzará a 1.200.000 toneladas. Sumando las 250.000 toneladas que producen Spence y Cerro Colorado, la producción de cobre de BHP en Chile superará las 1.450.000 toneladas de cobre fino.  Esto convertirá a BHP en el segundo mayor productor de cobre del país, después de Codelco que en 2017 producirá 1.700.000 toneladas de cobre fino.

Codelco, el segundo productor de cobre más grande del mundo, es dueño de las minas El Teniente (475.000 t), Radomiro Tomic (320.000 t), Chuquicamata (300.000 t), Ministro Hales (230.000 t), Andina (195.000 t), Gabriela Mistral (120.000 t) y Salvador (60.000 t). También es dueño de un 49% de Minera El Abra, junto a Freeport-McMoRan de Estados Unidos, la empresa de cobre más grande del mundo, que tiene el 51% de la propiedad, y que en 2016 produjo 150.000 toneladas. Codelco posee un 20% de participación en Anglo American Sur (mina Los Bronces, El Soldado y fundición Chagres), junto a Anglo American del Reino Unido que tiene el 50,1% de la propiedad y Mitsui y Mitsubishi, ambas de Japón, con el resto de la propiedad, y que en 2016 produjo 354.000 toneladas. Codelco es responsable del  30% de la inversión en minería, incluida la inversión en exploración. Las minas nuevas desarrolladas por Codelco son Ministro Hales en 2011, con una inversión de $3.000 millones de dólares y Gabriela Mistral en 2008, con una inversión de $1.300 millones de dólares. Sus actuales inversiones, por un total de $11.000 millones de dólares, extenderán la vida útil de sus tres principales operaciones y compensarán la inevitable disminución de las leyes y de las reservas debido a la centenaria antigüedad de las minas. Chuquicamata, la mina de cobre a rajo abierto más grande del mundo y en operación desde 1915, con una inversión de $4.200 millones de dólares se convertirá en una mina subterránea con 140 kilómetros de túneles y una vida útil adicional de 40 años. El Teniente, la mina subterránea de cobre más grande del mundo, con 3.000 kilómetros de túneles y en operación desde 1905, invierte $5.100 millones de dólares en un nuevo Nivel Mina que extenderá en 50 años su vida útil. En Andina, con una inversión de $1.400 millones de dólares, el nuevo sistema de traspaso  reemplazará y reubicará el actual chancado primario y transporte para extender el rajo actual.

Anglo American de Gran Bretaña (44%), Glencore de Suiza (44%) y Japan Collahuasi Resources B.V. de Japón (12%), son los dueños de Collahuasi que, después de Escondida, es la segunda mina de cobre más grande del mundo, con una producción en 2016 de 500.000 toneladas de cobre fino. Ubicada a 4.400 metros de altura sobre el nivel del mar, en medio de una cordillera perennemente nevada, se conecta con su Terminal Marítimo en la costa de Iquique a través de 200 kilómetros de tubería que transporta el mineral extraído para ser exportado.

Teck Resources de Canadá controla las minas Quebrada Blanca en Tarapacá y Carmen de Andacollo en Coquimbo, en las cuales Enami tiene un 10% de propiedad, que producen 100.000 toneladas de cobre fino. Quebrada Blanca, ubicada en la cordillera de Iquique, al sur de Collahuasi, produce cátodos de cobre a partir de óxidos de cobre, a través de un proceso SX-EW de lixiviación de mineral oxidado y electro obtención de cátodos de cobre fino. En los próximos años, Teck invertirá $5.000 millones de dólares para aumentar en 25 años la vida útil  de Quebrada Blanca y transformar el proceso productivo de procesar por lixiviación los óxidos superficiales casi agotados a explotar por flotación nuevas reservas de súlfuros en profundidad. Junto a Goldcorp de Canadá, Teck participa en mina Corredor, resultado de la fusión de las minas de cobre y oro El Morro y Relincho, ubicadas en Atacama. Goldcorp y Teck invertirán $3.500 millones para producir, durante 32 años, 200.000 toneladas de cobre fino y 315.000 onzas de oro anuales.

Mina Sierra Gorda, de propiedad de KGHM de Polonia, la compañía de cobre más grande de Europa, con un 55% y de Sumitomo de Japón, con un 45%, inició operaciones en 2014 para producir 100.000 toneladas de cobre anuales. Sierra Gorda introdujo la novedad que el agua de mar que utiliza en la mina, ubicada en el desierto de Atacama al sur de Calama, corresponde a la misma agua de mar que refrigera las instalaciones de la Central Térmica de Mejillones. Esta agua, en lugar de retornar caliente al mar, es bombeada por una tubería de 144 kilómetros hasta la mina situada a 3.000 metros sobre el nivel del mar.

La Ley Minera generó también un boom del oro por el cual su producción se multiplicó 5 veces, desde 8 toneladas anuales en 1981 a 40 toneladas en 2016, que ubicó a Chile como productor número 15 del mundo. Mina El Indio, propiedad de LAC Minerals, y vendida en 1994 a Barrick Gold, la compañía minera de oro más grande del mundo, inició operaciones en 1981, días después de la aprobación de la Ley Minera. El Indio, ubicada a 4.000 metros de altura en el Valle del Elqui, hasta el término de su vida útil en 2002, extrajo 4,5 millones de onzas, equivalente a 127 toneladas de oro. El Indio abrió la ruta a una intensa exploración y desarrollo de proyectos de oro, especialmente en el cinturón de Maricunga, conocido por sus reservas de oro. Allí destacan los megaproyectos de oro Cerro Casale y Pascua Lama.

En 2017, Cerro Casale se fusionó con mina Caspiche, y con igual participación propietaria de Barrick Gold y Goldcorp, ambas de Canadá, se convirtió en el proyecto de oro más grande del mundo. Este mega proyecto aurífero construirá dos minas gigantes a rajo abierto en la cordillera de Atacama con reservas de 45 millones de onzas, equivalente a 1.300 toneladas de oro, 10 veces lo que El Indio produjo en un cuarto de siglo. A los precios actuales del oro, Cerro Casale y Caspiche podrían exportar sobre $60.000 millones de dólares, con una inversión inicial cercana a los $8.000 millones de dólares. Mina Pascua Lama, propiedad de Barrick Gold y ubicada en el borde cordillerano sur del desierto de Atacama, entre los 4.500 y 5.500 metros de altura, es el primer proyecto binacional del mundo con reservas por 18 millones de onzas de oro, 75% de las cuales están en Chile y el resto en Argentina.

El boom minero impulsó también a la mediana minería, mayoritariamente controlada por familias chilenas. Estas mineras se consideran medianas porque producen hasta 50.000 toneladas de cobre fino anuales. En conjunto, producen 400.000 toneladas de cobre fino al año, equivalente al 8% de la producción total de Chile. Destacan las inversiones efectuadas por Minera Tocopilla en Mantos de la Luna, de la familia Izquierdo Menéndez; Pucobre (valor bursátil de $750 millones de dólares) en Punta del Cobre y El Espino, ligada a la familia Hurtado; Haldeman Mining en Minera Michilla, de las familias Cardone Solari y Solari Donaggio y Minera San Gerónimo, en el proyecto del mismo nombre, de la familia Rendic.

El desafío pendiente es superar la débil presencia de las empresas mineras en el mercado de acciones chileno. Esto hace más difícil a capitales chilenos, tanto de los trabajadores, a través de los fondos de pensiones, como de inversionistas individuales, invertir en la actividad económica más relevante del país. Por otra parte, también hace más difícil a las empresas mineras emitir bonos de largo plazo a menor costo que deuda bancaria, para financiar su crecimiento, o emitir acciones. Esto ocurre en claro contraste con Perú en cuyo mercado accionario el 53% del valor bursátil corresponde a compañías mineras, lo que refleja la estructura productiva de Perú, parecida a la chilena en cuanto a la participación de la minería en la economía. Con un sector minero fuertemente diversificado en una variedad de minerales, además de un creciente desarrollo económico y cultural, Perú está alcanzando un liderazgo minero a nivel mundial similar al chileno. Otros países mineros como Canadá y Australia, tienen una bolsa de acciones en que la minería local tiene una representación consistente con la importancia económica de la minería para esos países. Esta es una tarea pendiente para la minería  que, al abrirse a la Bolsa,  podría acceder a los capitales de los fondos de pensiones de los trabajadores chilenos y de inversionistas privados.

La minería no se sostiene ni se desarrolla en el largo plazo sin invertir en explorar y descubrir nuevas reservas minerales. La seguridad jurídica que otorga la ley Minera impulsó una inversión sin precedentes en los últimos 35 años en exploración por $30.000 millones de dólares, equivalente a un 20% del total invertido en minería. En 2016, con una inversión en exploración de $450 millones de dólares, Chile se mantuvo como el cuarto destino más importante del mundo para invertir en exploración minera.

En el caleidoscopio minero chileno, si bien destacan el cobre y el oro junto a los derivados de la explotación de cobre como plata y molibdeno, otros minerales como el hierro, el carbón, los fertilizantes y el litio tienen también impacto relevante en la economía chilena.

La Compañía de Acero del Pacífico, nacida en 1946, tuvo como primer activo la Siderúrgica Huachipato orientando la compañía al mercado del acero. A partir de su privatización en 1987, derivó sus negocios a minas de hierro que la convirtieron en una compañía fundamentalmente minera. Con negocios aguas abajo para procesar acero destinado a la construcción y a la industria, creó Novacero que, a través de Cintac e Intasa, tiene negocios en Chile, Perú y Argentina. Sus oficinas de Hong Kong atienden a sus principales mercados en China y Asia. CAP está listada en la bolsa de Santiago con un valor patrimonial bursátil de $1.700 millones de dólares.

Copec, liderada por la familia Angelini, y el grupo Ultramar, por la familia von Appen, impulsaron Mina Invierno con una inversión de $1.000 millones de dólares para explotar carbón subituminoso de la isla Riesco en Magallanes. Las 2.500.000 toneladas de producción anual se utilizan principalmente para alimentar las centrales térmicas del centro y norte de Chile, así como para exportar a España e India.

Soquimich, estatizada en 1971, generó fuertes pérdidas al Estado de Chile hasta que en 1988 se privatizó, incluido capitalismo popular por el cual sus trabajadores adquirieron el 5% de la propiedad. Solo 5 años después de privatizada, en 1993, SQM se abrió a la bolsa de Nueva York. Con el capital levantado en los mercados internacionales y en Chile, SQM expandió rápidamente sus operaciones que la convirtieron en el mayor productor de yodo, potasio y litio del mundo. Hoy, SQM exporta a 110 países de los cinco continentes y es la tercera compañía más valiosa de Chile, con una capitalización bursátil de $15.000 millones de dólares.

La historia económica de Chile está ligada a la minería, pero su extraordinario crecimiento e impacto en la economía chilena en los últimos 35 años no hubiera sido posible sin el modelo de libre mercado introducido a partir de 1975 y sin la Ley Minera de 1981, que aseguró los derechos de propiedad en el área clave de la economía chilena.

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