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Testimonio

Economía y Sociedad № 97
Octubre - Diciembre 2018

Antonieta Maachel, víctima de la Unidad Popular

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Señor Director

Diario El Mercurio

Presente

En estos tiempos en que los terroristas son “víctimas” y quienes nos salvaron de ellos “victimarios”, me he acordado de una excelente mujer, esposa y madre: Antonieta Maachel. Había llegado de Italia junto a su marido, Eneas Recalcatti. Formaron el fundo Tregua de Panguipulli. Cuando su marido

murió, Antonieta se hizo cargo con mucho sacrificio y tesón, hasta que en noviembre de 1970 su tierra y su casa fueron tomadas por José Gregorio Liendo (“Comandante Pepe”, hoy “víctima” por cuyo fusilamiento el juez Guzmán persigue a militares).

Antonieta fue secuestrada y ultrajada en forma brutal por todos los forajidos de la banda, y en su desesperación se quitó la vida en su dormitorio, mientras sus agresores se daban un banquete en el comedor de su casa. Dejó tres hijos adolescentes librados a su suerte y despojados de sus bienes. 

 

No hubo “derechos humanos”. Por su muerte nadie ha hecho ni hará un “mea culpa”. Chile tiene el alma herida desde entonces y no ha podido sanar porque constantemente se está reviviendo solo una parte de su historia, pero se ha pretendido hacernos olvidar la otra, donde se originó todo”.

Paz Rodríguez Correa (Carta a El Mercurio, 28.3.2005)

Nota de EyS: Hemos recibido la siguiente carta del señor Alfredo de Ioannes:

 

28 de agosto, 2023

Estimados señores Economía Sociedad:

He leído con mucha atención y dolor el caso de Antonieta Maachel. Ella era viuda de Enea Recalcati quien había servido en la campaña en Grecia, emprendida por Benito Mussolini. Después de la derrota, Enea se vino a Chile junto a su esposa Antonieta, y sus tres hijos, para rehacer su vida. Se establecieron en el fundo La Tregua, donde instalaron un aserradero. Conocieron a mi padre, Emilio De Ioannes, también italiano, a la sazón tesorero general de Ferrocarriles del Estado, porque Enea proveía de durmientes a Ferrocarriles. 

 

Enea murió de un infarto, probablemente por la angustia de ver cómo todo lo que habían logrado se perdía durante el gobierno de la Unidad Popular. Antonieta, ya viuda, fue atacada y ultrajada por un grupo de cobardes guerrilleros, dirigidos por el comandante Pepe, en presencia de sus hijos. Se refugió en su dormitorio y se quitó la vida.

Por el año 1970 los perdimos de vista y tratamos infructuosamente de ubicarlos, usando su apellido de casada. Ahora, gracias a su artículo, me doy cuenta de que Antonieta era conocida por su apellido de soltera. Hace un tiempo supe que una hija de Enea y Antonieta participaba en la Araucanía en un proyecto CORFO para emprendedores.

 

Alfredo de Ioannes

Bioquímico, U. de Chile

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